Electroporación Irreversible (IRE)

Electroporación Irreversible (IRE)

La ablación por electroporación irreversible (IRE) de tumores, por vía percutánea, es un procedimiento mínimamente invasivo (no quirúrgico) de radiología intervencionista que busca la destrucción selectiva del tumor por electroestimulación celular, respetando al tejido normal. No es un método térmico ni químico.

Consiste en la punción con varias agujas (2-6 agujas) a través de la piel (punción percutánea) hasta posicionarlas alrededor del tumor del órgano a tratar (ubicación peritumoral), usando guía de imágenes (ecografía o tomografía), con el objeto de aplicar una corriente de electroestimulación celular al tejido tumoral, que provoca la formación de pequeños poros irreversibles en sus membranas celulares y la posterior muerte tumoral in situ, pero respetando estructuras y tejidos normales adyacentes.

Se usa principalmente para el tratamiento curativo o paliativo de tumores de localización anatómica difícil, tales como tumores malignos primarios de páncreas y próstata principalmente. También es útil en tumores malignos primarios o metastásicos de hígado o riñón ubicados en sitios difíciles (tumores hiliares).

En general es una excelente alternativa terapéutica para pacientes con tumores menores de 4 cm de diámetro y que no son candidatos a tratamiento quirúrgico por diferentes motivos, logrando el tratamiento local efectivo del tumor, con una baja morbilidad y mortalidad (bajas complicaciones).

La IRE es parte importante de un manejo multidisciplinario y multiterapeutico (combinación con otras terapias) en el tratamiento de estos tumores.

  1. Una vez que el paciente es evaluado por el equipo multidisciplinario de especialistas y se solicita la ablación por electroporación irreversible realizaremos una consulta externa para evaluar cada caso particular. Para ello el paciente deberá acudir con todos sus estudios de imágenes previos y otros exámenes relacionados a su enfermedad para definir y planificar la intervención. Se explicará además el procedimiento, sus riesgos y beneficios.
  2. Deberá informar sobre otras enfermedades que padezca, alergias a fármacos y medicación habitual. Probablemente se le pedirá suspender previamente alguna medicación especifica que afecte la coagulación.
  3. Es importante una evaluación cardiológica previa y reportar si es portador de arritmias o uso de marcapasos.
  4. Se le solicitaran exámenes de sangre antes del procedimiento para ver su estado de coagulación los cuales deben ser normales. Además, se realizará el riesgo quirúrgico y la evaluación pre anestésica.
  5. Debido a la actual pandemia se le realizara la prueba de descarte de COVID 19.
  6. El procedimiento requerirá hospitalización generalmente por 24-48 horas en clínica autorizada.
  7. El paciente o su familiar directo firmara el formato de consentimiento informado.
  8. El día del examen se requerirá ayunas de 8 horas antes del procedimiento.
  9. Es conveniente estar acompañado por un familiar el día del procedimiento.
  1. El procedimiento se realizará en sala de operaciones o sala de intervencionismo, adecuadamente equipada y con las más estrictas medidas de asepsia (limpieza quirúrgica), similar a una cirugía. En algunos casos se realizará en sala de tomografía bajo las mismas condiciones.
  2. Se contará con la participación de un médico anestesiólogo quien decidirá y ejecutará el método de anestesia más conveniente para el procedimiento. De esta manera, el paciente no sentirá nada durante la intervención y estará sometido permanentemente a un monitoreo estricto de sus funciones vitales.
  3. La profilaxis antibiótica depende de cada caso.
  4. El paciente se encontrará echado en una camilla, colocado en decúbito dorsal (boca arriba).
  5. Es necesario la colocación de electrodos de electrocardiograma (EKG) en el pecho del paciente pues habrá una sincronización del equipo con el latido cardiaco.
  6. Se realizará punción percutánea (a través de la piel) usando varias agujas especiales las cuales se posicionarán en el tumor (peritumorales). Para ello se usará guía de imágenes tales como ecografía o tomografía que permitirán una punción precisa y segura, sin dañar otros órganos. De ser necesario, se utilizará el método de fusión de imágenes para lograr mayor precisión.
  7. Seguidamente se aplicará un flujo de corriente a través de las agujas que producirán la electroestimulación celular del tejido tumoral por algunos minutos, para lograr la muerte tumoral selectiva, respetando estructuras y tejidos normales adyacentes. El equipo permite comprobar la adecuada ablación del tumor.
  8. Finalmente se retirarán las agujas bajo control de imágenes.
  9. Paciente quedará con un pequeño parche cubriendo el punto de punción (no habrá corte en la piel, ni colocación de sutura ni cicatriz quirúrgica).
  10. Todo el procedimiento durara aproximadamente 2-3 horas.
  11. Paciente pasara a sala de recuperación y luego a piso de hospitalización para observación y manejo de síntomas.
  1. El paciente deberá permanecer en reposo absoluto post-procedimiento por un periodo de 24 horas, durante la hospitalización.
  2. En general, la tolerancia al procedimiento es muy buena por tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo. Sin embargo, el paciente podría experimentar el síndrome post-ablación caracterizado por dolor local, fiebre, náuseas u otros síntomas relacionados, que podrían durar hasta 1 semana después del procedimiento. Estos síntomas se manejarán muy bien con medicamentos sintomáticos y luego pasarán definitivamente.
  3. Pocas horas después del procedimiento el paciente podrá retomar su alimentación habitual.
  4. El paciente será monitorizado permanentemente por 24 horas y se realizará un control con guía de imágenes al día siguiente.
  5. En caso de complicaciones, estas se manejarán inmediatamente.
  6. Se otorgará el alta médica 24-48 horas después del procedimiento según la evolución.
  7. Se le entregara un informe médico del procedimiento realizado al paciente o familiar.
  8. El paciente podrá retomar todas sus actividades diarias a los pocos días.
  1. El paciente deberá acudir a citas de control por consultorio externo con su médico tratante (médico de cabecera) según le indiquen.
  2. Es necesario realizar el primer control tomográfico con contraste 4-6 semanas después del procedimiento para evaluar el resultado inicial del tratamiento. También se puede realizar resonancia magnética con contraste.
  3. Luego, se repetirá el mismo estudio tomográfico con contraste a las 3, 6, 9 y 12 meses de realizado el procedimiento para descartar recidivas locales. Posteriormente se continúa a intervalos de 6 meses durante 3 años.
  4. En caso de recidivas o aparición de nuevas lesiones tumorales se puede repetir este procedimiento las veces que sea necesario.
  1. Como cualquier intervención médica, existen riesgos propios de la punción dependiendo del órgano a tratar. Sin embargo, por tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo, las tasas de complicaciones y la mortalidad en general son muy bajas.
  2. El principal riesgo es el sangrado del órgano a tratar, el cual suele autolimitarse en la mayor parte de veces. Excepcionalmente podría ser necesario tratarse con un procedimiento denominado embolización (realizado por nosotros mismos) o más raramente cirugía. Adicionalmente en tumores de pulmón podría producirse neumotórax.
  3. La lesión de otros órganos o estructuras adyacentes, la infección del sitio de punción y la diseminación tumoral son muy raras.
  1. En general, los beneficios superan en mucho a los riesgos.
  2. Excelente alternativa para pacientes con tumores menores de 4 cm de diámetro y que no son buenos candidatos a tratamiento quirúrgico por diferentes motivos.
  3. Es un procedimiento mínimamente invasivo (no quirúrgico).
  4. Procedimiento relativamente rápido, sencillo y seguro.
  5. Posibilidad de tratamiento curativo o paliativo de tumores malignos de diferentes órganos.
  6. Permite el tratamiento de varios tumores a la vez en el mismo órgano.
  7. Al ser un tratamiento dirigido focalmente al tumor se preserva la mayor cantidad de tejido sano del órgano a tratar.
  8. Bajas tasas de complicaciones y de mortalidad.
  9. Corta estancia hospitalaria.
  10. Recuperación rápida del procedimiento y puede retomar sus actividades habituales en pocos días.
  11. Puede repetirse este procedimiento las veces que sea necesario.
  12. Puede realizarse en combinación con otras terapias (quimioembolización, quimioterapia, radioterapia o cirugía) mejorando el resultado terapéutico global de la enfermedad.

Abarcamos todas estas Terapias Ablativas

Ofrecemos diferentes tratamientos personalizados de radiología intervencionista para cada uno de nuestros pacientes.

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